Conflicto armado golpea la educación: una escuela en Colombia afectada cada 15 días

Según la organización, los datos son alarmantes y evidencian una amenaza constante para el derecho a la educación. Solo en 2024 se han registrado 36 casos, frente a los 26 reportados en 2023 y los 16 contabilizados en 2022.

Entre enero y junio de este año, al menos una escuela en Colombia quedó atrapada en medio del fuego cruzado del conflicto armado cada 15 días, según denunció este lunes el Consejo Noruego para Refugiados (NRC, por sus siglas en inglés).

De acuerdo con la organización, durante el primer semestre de 2024 se registraron 12 enfrentamientos armados que afectaron directamente a estudiantes, docentes y personal escolar en los departamentos de Antioquia, Cauca, Chocó, Norte de Santander, Putumayo y Valle del Cauca.

Las escuelas deben ser espacios de aprendizaje, no escenarios de violencia. Es inaceptable que los estudiantes tengan que lanzarse al suelo y arrastrarse para proteger sus vidas, afirmó Giovanni Rizzo, director del NRC en Colombia.

A su juicio, “ningún niño o niña debería sufrir heridas o traumas que comprometan su proceso de aprendizaje”, y recordó que las normas del derecho internacional humanitario deben ser respetadas: los civiles que se encuentran en escuelas no pueden quedar atrapados en medio del fuego cruzado”.

La organización calificó como alarmantes las cifras, que evidencian una amenaza constante para el acceso a la educación. Durante 2024 se han documentado 36 incidentes, frente a los 26 registrados en 2023 y los 16 ocurridos en 2022.

“En las zonas rurales de Colombia, muchos estudiantes enfrentan diariamente un camino peligroso para asistir a clases, expuestos al fuego cruzado, a la presencia de artefactos explosivos y al riesgo de ser reclutados por grupos armados. Es momento de decir basta”, expresó Giovanni Rizzo.

Asimismo, la organización hizo un llamado urgente al respeto de la Declaración de Escuelas Seguras y subrayó que tanto los estudiantes como el personal educativo son civiles, por lo que deben ser protegidos y nunca convertirse en objetivos de los actores armados.

Las escuelas no deben convertirse en escenarios de guerra. Exigimos que todos los grupos armados respeten sus obligaciones bajo el derecho internacional y honren los compromisos asumidos en la Declaración sobre Escuelas Seguras, garantizando el derecho de niñas y niños a una educación libre de violencia”, enfatizó Giovanni Rizzo.

Esta situación de violencia se enmarca, además, en una crisis humanitaria más profunda que atraviesa Colombia. Solo en los primeros seis meses de 2024, más de 1,5 millones de personas han sido afectadas por el conflicto armado, una cifra que cuadruplica la registrada en el mismo periodo del año anterior.

Rizzo hizo un llamado al Gobierno y a la comunidad internacional para actuar con urgencia y evitar una escalada del conflicto armado. Subrayó que todas las partes involucradas deben adoptar todas las medidas necesarias para proteger a la población civil y a la infraestructura no militar, incluso en contextos de enfrentamiento.

“Las escuelas no pueden ser utilizadas con fines militares. Deben mantenerse como espacios seguros, libres de armas y de presencia militar, donde niñas y niños puedan aprender con tranquilidad y sentirse protegidos”, concluyó.

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