Esta norma, que transformó el fútbol para siempre, es ahora reconocida por la Asociación Internacional, conformada por las cuatro organizaciones de fútbol del Reino Unido y la FIFA. Con el tiempo, ha ido evolucionando.

Este sábado se conmemoran 100 años desde la introducción oficial del fuera de juego en el reglamento del fútbol, una norma que ha moldeado tanto la estrategia como la comprensión misma del juego desde su implementación en 1925.
Según la FIFA, la definición actual de fuera de juego es la siguiente: “Un jugador está en posición de fuera de juego si interviene en una jugada y se encuentra por delante del penúltimo adversario cuando el jugador que le pasa el balón deja de tocarlo”.
Una norma que transformó el fútbol para siempre y que hoy en día es parte del reglamento de la IFAB (Asociación Internacional compuesta por las cuatro federaciones de fútbol del Reino Unido y la FIFA) como la Regla número 11. A pesar de sus 100 años de vigencia, sigue siendo un tema de análisis, controversia y constante evolución.
El origen del fuera de juego
Alrededor de 1863, en el ámbito del fútbol comenzó a popularizarse una norma conocida como “La regla de los tres oponentes”, cuyo principal objetivo era evitar que un jugador se descolgara demasiado de su marca. Este comportamiento, conocido como “Palomero”, hacía referencia a aquellos jugadores que se desentendían del juego y se acercaban lo más posible a la portería rival.
La regla original decía lo siguiente: “Un jugador está en fuera de juego si, en el momento en que recibe el balón o éste llega a su posición, entre él y la portería contraria hay menos de tres jugadores del equipo rival.”
A lo largo de las décadas, diversas organizaciones, incluida la FA (Asociación Inglesa de Fútbol), intentaron modificar la regla de los tres jugadores por la “regla de dos oponentes”, que establecía que “el fuera de juego se produce si un jugador se encuentra más cerca de la línea de gol contraria que el balón y el penúltimo adversario”.
El 30 de marzo de 1925, la FA organizó un partido de prueba en Highbury (Londres) para poner a prueba dos posibles modificaciones en las reglas del fuera de juego. En la primera mitad, un jugador no podía estar en fuera de juego a menos que se encontrara a menos de 40 metros de la línea de gol contraria. En la segunda mitad, se implementó la regla de los dos jugadores.
La propuesta de los dos jugadores fue debatida por la FA, con defensores y detractores, pero finalmente fue aprobada por una amplia mayoría y se incorporó oficialmente a las Reglas de Juego.
Un cambio para la historia
La introducción de la regla de los dos jugadores fue uno de los cambios más trascendentales en la historia del fútbol en el siglo XX. Durante la temporada 1924-25, se marcaron 4.700 goles en 1.848 partidos de la English Football League, mientras que en la temporada 1925-26, con la nueva regla, esta cifra aumentó a 6.373 goles en el mismo número de partidos.
Sin embargo, la norma continuó evolucionando a lo largo de los años. En 1990, la IFAB modificó la regla para establecer que un atacante no se consideraba en fuera de juego si estaba alineado con el penúltimo defensor.
Quince años después, en 2005, se implementó una nueva modificación que determinó que un jugador no está en fuera de juego si se encuentra en posición antirreglamentaria, pero no participa activamente en la jugada.
El VAR y la polémica del fuera de juego
El Videoarbitraje (VAR) se implementó oficialmente en el fútbol en 2017 en la MLS (Liga de Estados Unidos), debutó en un Mundial durante Rusia 2018 y comenzó a utilizarse en las principales ligas europeas en la temporada 2018-2019.
Este sistema ha mejorado la precisión en la detección de las posiciones de fuera de juego en los últimos años, pero, a pesar de ello, no ha estado exento de controversias en cuanto a su aplicación y la justicia de las decisiones tomadas.
La evolución tecnológica del fuera de juego
Antes, los asistentes levantaban el banderín cuando consideraban que podía haber fuera de juego, pero con la llegada de la tecnología, los árbitros deben dejar que la jugada continúe, a menos que la infracción sea evidente y clara, para luego revisarla en la sala VOR (sala de operaciones de video).
No obstante, en 2022 comenzó a implementarse en los grandes torneos el SAOT (Fuera de Juego Semiautomático), una tecnología que permite detectar de manera instantánea si un jugador está en una posición ilegal, ayudando así a los árbitros a resolver jugadas difíciles de identificar.
Para lograr esta precisión, se utiliza un sistema de detección que localiza los puntos corporales clave desde los cuales se puede marcar un gol, gracias a más de 10 cámaras instaladas en el estadio.
Este sistema de asistencia a los árbitros comenzó a implementarse oficialmente en la temporada 2024-2025 en LaLiga EA Sports y en la Premier League.
La Ley Wenger y el futuro del fuera de juego
La FIFA, organización en la que el exentrenador francés Arsène Wenger trabaja como director de desarrollo y que da nombre a esta propuesta, está considerando un nuevo enfoque para el fuera de juego en el fútbol.
La nueva regla establecería que una situación se consideraría fuera de juego cuando “todo el cuerpo del atacante sobrepase por completo al último defensor, y no solo una parte”. Es decir, la parte más retrasada del cuerpo del delantero estaría alineada con el defensor, marcando o no la infracción.
Este cambio sería un contraste con la precisión y exactitud que actualmente ofrecen tecnologías como el VAR y el SAOT. Al respecto, Gianni Infantino, presidente de la FIFA, comentó: “Está en fase de estudio porque queremos que el fútbol sea cada vez más ofensivo.”
La norma ha sido probada recientemente en torneos juveniles de Italia y Suecia. Según Infantino, Wenger ha presentado la posibilidad de que no se considere fuera de juego si una parte del cuerpo con la que se puede marcar un gol está alineada con el defensor, incluso si el delantero está adelantado.
Un cambio que, de ser aprobado, podría revolucionar la regla del fuera de juego y transformar profundamente los aspectos tácticos y técnicos del fútbol tal como lo conocemos hoy en día.
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