De acuerdo con la UNESCO, integrar las habilidades socioemocionales en los procesos educativos puede aumentar el rendimiento académico en un 11 % y disminuir los síntomas de ansiedad y depresión en un 24 %.
La salud mental, la convivencia escolar y la formación integral han cobrado protagonismo dentro del sistema educativo. En este contexto, la educación emocional comienza a ocupar un lugar fundamental en las aulas. Un nuevo documental colombiano invita a replantear la enseñanza desde una perspectiva distinta: una que integra emoción, arte, música, juego y ciencia.
El documental, titulado Neuroeducación: cómo la educación emocional, el arte, la música y el juego transforman la educación y nos preparan para la vida, se estrenará en el segundo semestre de 2025. A través de testimonios de estudiantes, docentes, familias y expertos en neurociencia, muestra cómo el desarrollo emocional dentro del entorno escolar puede impactar positivamente tanto el aprendizaje como la vida personal de los estudiantes.
La producción fue realizada por el Gimnasio los Andes, como parte de la conmemoración de sus 40 años. La institución ha venido implementando este enfoque mediante iniciativas como el programa Kairós, el modelo biopsicosocial y el fortalecimiento del arte y el juego como herramientas pedagógicas.
“Educar no es solo enseñar a pensar, también es enseñar a sentir. La educación va más allá de transmitir conocimientos; se trata de acompañar procesos de vida, de formar personas emocionalmente estables, creativas, empáticas, sensibles y resilientes”, afirma Milton Moreno Espinosa, gerente del Gimnasio los Andes.
La UNESCO señala que incorporar habilidades socioemocionales en los procesos educativos puede incrementar el rendimiento académico en un 11 % y disminuir los síntomas de ansiedad y depresión en un 24 %. Por su parte, el Foro Económico Mundial destaca que competencias como la inteligencia emocional, la resiliencia y la capacidad de trabajo en equipo serán esenciales en los entornos laborales del futuro.
El objetivo del documental es compartir estas experiencias con otras instituciones educativas y contribuir a una reflexión más amplia sobre la necesidad de formar a los estudiantes no solo en conocimientos académicos, sino también en habilidades esenciales para la vida.
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