Los asuntos sin resolver al cierre del mandato de Jaime Andrés Beltrán en Bucaramanga

Uno de los asuntos más apremiantes es la crítica situación del sistema de transporte masivo Metrolínea, que enfrenta serios problemas tanto financieros como operativos.

Tras la decisión del Consejo de Estado de anular la elección de Jaime Andrés Beltrán como alcalde de Bucaramanga, la ciudad entra en una etapa de transición política que requerirá la realización de elecciones atípicas.

No obstante, más allá del proceso electoral, quedan sobre la mesa varios asuntos prioritarios que la administración de Beltrán no logró resolver y que pasarán a ser responsabilidad del próximo gobierno local.

Uno de los temas más críticos es la crisis del sistema de transporte masivo Metrolínea, que enfrenta serios problemas financieros y operativos. La disminución de la flota, los constantes retrasos en la renovación de los buses y la deficiente calidad del servicio siguen siendo motivo de queja entre los ciudadanos, sin que hasta ahora se haya implementado una solución de fondo.

Otro de los asuntos sin resolver que deja la gestión de Beltrán Martínez es la crisis de movilidad en Bucaramanga, caracterizada por elevados niveles de congestión vehicular y la ausencia de avances en obras clave, como los intercambiadores viales prometidos durante su campaña, que buscaban mejorar la circulación en corredores estratégicos.

En el ámbito social, siguen pendientes importantes desafíos en la atención a población migrante y en situación de vulnerabilidad. A esto se suma la necesidad de reforzar los programas de seguridad ciudadana, ante la creciente percepción de aumento en casos de hurto y riñas en distintos sectores de la ciudad.

La situación financiera del municipio también genera preocupación, debido a las restricciones presupuestales que dificultaron la ejecución de proyectos estratégicos. Además, la nueva administración deberá revisar varios compromisos pendientes, especialmente tras la negativa del Gobierno nacional de respaldar algunas iniciativas, como consecuencia de las posturas asumidas por el alcalde saliente.

La negativa del Concejo Municipal para aprobar el empréstito por $400.000 millones frenó los planes del gobierno de Jaime Andrés Beltrán de impulsar varios proyectos de infraestructura clave para la ciudad.

Otro asunto que quedó sin solución fue la recuperación del espacio público. Aunque se adelantaron operativos, tanto el centro de Bucaramanga como el sector de Cabecera continúan representando un desafío para la administración municipal.

“El desorden, el ruido y la inseguridad en Cuadra Play no se resolvieron. Pese a los operativos de fin de semana, esa zona sigue siendo un completo caos”, afirmó el veedor ciudadano Ramiro Vásquez.

Si bien Jaime Beltrán logró avances en la legalización de algunos barrios, quedó pendiente la actualización del Plan de Ordenamiento Territorial (POT), que sigue vigente desde la administración de Luis Francisco Bohórquez. Otro proyecto clave que no se ejecutó fue la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) del río de Oro, a pesar de estar incluida en el Plan de Desarrollo del gobierno nacional.

“Ese proyecto se enredó por los constantes enfrentamientos con el presidente”, aseguró a Blu Radio un integrante del Pacto Histórico.

La anulación de la elección de Jaime Andrés Beltrán como alcalde de Bucaramanga genera un escenario de incertidumbre política, pero también marca el inicio de una nueva etapa en la que el próximo mandatario, que será elegido en los comicios atípicos previstos entre noviembre y diciembre, deberá asumir retos urgentes que siguen pendientes en la ciudad.

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