La líder del área administrativa tomó parte en una sesión de control político desarrollada en la Asamblea del departamento del Cesar.

La crisis del sistema de salud en el departamento del Cesar ha llegado a un punto crítico para las IPS que allí operan, con deudas acumuladas que superan los $350 mil millones. Esta situación ha obligado al cierre de al menos 222 camas en los últimos meses, incluyendo unidades pediátricas, de cuidados intensivos y materno-infantiles.
Según datos de la Secretaría de Salud, el 75 % de los usuarios en el departamento están afiliados al régimen subsidiado, lo que ha generado una fuerte dependencia de los giros por parte de las EPS, en especial de aquellas que hoy se encuentran intervenidas por el Gobierno Nacional.
Ante este panorama, la Asamblea Departamental del Cesar convocó un debate de control político en el que la gerente de la Clínica del Cesar, Lina Lima, visiblemente afectada, rompió en llanto. En su intervención, aseguró que el sistema ya colapsó y que no cuentan con los recursos necesarios para pagar al personal ni a los proveedores.
“No podemos seguir hablando de una crisis como si fuera una cuestión de decisión de las clínicas, como decir ‘suspendo el servicio porque no me pagan’. Ahora la realidad es otra: ‘suspendo el servicio porque simplemente no tengo con qué pagar’. No hay recursos”, expresó durante su intervención.
“Si revisan mi chat en este momento, verán a miles de proveedores esperando pagos atrasados. Esa es la realidad dura que enfrentamos: no hay con qué cubrir las obligaciones. Incluso nuestros empleados ya no nos ven como líderes que gestionan para mejorar el servicio”, añadió, con la voz entrecortada y lágrimas en los ojos.