Según un documento interno del Ejército, los dispositivos adquiridos hasta ahora no han sido efectivos para contrarrestar los drones cargados con explosivos que emplean bandas criminales para atacar a militares y población civil.

Un estudio interno del Ejército ha puesto en evidencia la vulnerabilidad de las tropas frente al uso de drones por parte de grupos armados ilegales en Colombia. El documento, titulado “Estudio Previo para el Proceso de Selección Abreviada de Menor Cuantía”, busca sustentar la necesidad de adquirir insumos para desarrollar sistemas antidrones, y admite que las unidades militares no cuentan con la tecnología adecuada para enfrentar esta amenaza.
“El principal problema es que la Fuerza actualmente no dispone de un sistema eficaz para neutralizar drones. La tecnología existente no está preparada para hacer frente a estos nuevos métodos de ataque”, señala el informe. Además, advierte que estos dispositivos no tripulados “han demostrado ser altamente efectivos y difíciles de interceptar con los sistemas actuales”.
La situación genera gran preocupación, ya que, según el informe, más de 3.347 pelotones ubicados en zonas estratégicas del país requieren con urgencia este tipo de equipos. Esto evidencia el riesgo operativo que enfrentan miles de militares, especialmente en áreas de conflicto. “El Ejército Nacional no cuenta en este momento con la tecnología adecuada en sus batallones para hacer frente a estos ataques, lo que limita su capacidad operativa y pone en peligro tanto la vida de los uniformados como la seguridad de la población y de los activos estratégicos del país”, concluye el documento, revelado por el periodista Santiago Rincón.
Frente a los recientes ataques con drones explosivos dirigidos contra miembros de la fuerza pública, el Ejército ha reconocido la necesidad urgente de fortalecer sus capacidades defensivas. El informe señala que “es imprescindible dotar a las unidades militares con sistemas eficaces de neutralización de drones, capaces de inhibir señales y desactivar estos dispositivos antes de que representen una amenaza real”.
Asimismo, el documento enfatiza la importancia de contar con “una capacidad de reacción inmediata ante ataques aéreos no convencionales”, subrayando la vulnerabilidad actual frente a esta modalidad de agresión empleada por grupos armados ilegales.
Sistemas antidrones: costosos y poco efectivos
El panorama se complica aún más debido a las limitaciones de los sistemas antidrones actualmente disponibles. De acuerdo con el Ejército, los equipos adquiridos hasta el momento no han demostrado ser eficaces: “No logran neutralizar de forma efectiva los drones con explosivos”. Además, su elevado costo —que oscila entre 40.000 y 80.000 dólares por unidad— dificulta su adquisición a gran escala, impidiendo cubrir la demanda de las unidades militares desplegadas en todo el territorio nacional.
La complejidad del terreno colombiano también limita la efectividad de los sistemas antidrones. El documento advierte que, en regiones montañosas o urbanas, elementos como edificaciones, montañas o superficies metálicas pueden provocar rebotes o ecos en las señales, generando interferencias o falsas alertas. En zonas selváticas, la densa vegetación actúa como una barrera que absorbe las señales de radiofrecuencia, disminuyendo la capacidad operativa de los equipos. Incluso en áreas cercanas a cuerpos de agua extensos, las ondas pueden dispersarse o reflejarse, afectando directamente la precisión de los sistemas de neutralización.
El Ejército también resalta que la falta de una estrategia clara y robusta frente a la amenaza que representan los drones explosivos pone en riesgo tanto a los militares como a la población civil. “Actualmente, el Ejército no cuenta con la tecnología adecuada en sus batallones para enfrentar esta clase de amenazas”, advierte el informe, que subraya la urgencia de implementar una solución integral basada en inhibidores de señales y sistemas de neutralización directa.