Cúcuta enfrenta escasez de gaseosas y cervezas tras quema de cinco camiones

Este es el quinto incidente violento dirigido a una empresa de bebidas en Norte de Santander.

La tensión aumenta en Norte de Santander tras un nuevo hecho violento en la vía que conecta Chinácota con el sector de La Donjuana, donde hombres armados interceptaron un camión cargado con gaseosas.

Los encapuchados obligaron al conductor y a su acompañante a descender del vehículo, que posteriormente fue incendiado en plena carretera.

El fuego consumió el camión en cuestión de minutos, generando temor entre los viajeros que se desplazaban por esta ruta turística. El cuerpo de bomberos de Chinácota acudió rápidamente al lugar y logró controlar las llamas, aunque el vehículo fue completamente destruido.

Este atentado no es un caso aislado. En lo que va del año, ya se han reportado varios ataques similares contra vehículos encargados de distribuir bebidas en el departamento de Norte de Santander.

Las autoridades investigan si estos hechos responden a una posible estrategia de presión armada relacionada con actividades extorsivas, y han centrado su atención en el ELN, grupo que aún mantiene presencia en la zona.

Eduardo Quintero, presidente de Asobares en Norte de Santander, manifestó la creciente preocupación del gremio frente a esta situación.

“Realmente estamos profundamente preocupados”, expresó Quintero.

En apenas diez días, ya se han registrado cinco casos de camiones vandalizados e incendiados, lo que ha generado temor entre los transportadores y ha comenzado a afectar el suministro de productos como gaseosas y cervezas en Cúcuta y su área metropolitana.

“No existen las condiciones necesarias para que los empresarios trabajen con tranquilidad ni para que sus vehículos circulen sin poner en riesgo sus vidas y su patrimonio”, agregó el dirigente gremial.

Unidades de la Policía y el Ejército han intensificado su presencia en la zona, escoltando los vehículos en caravanas para garantizar su seguridad. Sin embargo, transportadores y comerciantes advierten que la creciente violencia está afectando de manera directa la economía y el turismo en la región.


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