Tras ocho meses de investigación, las autoridades lograron identificar que esta estructura criminal operaba mediante dos métodos principales: la ciber extorsión y la conocida modalidad de la falsa encomienda.

En un operativo conjunto entre el Gaula y la Fiscalía General de la Nación, fueron capturados dos hombres y tres mujeres señalados de pertenecer a la banda criminal conocida como ‘Los Pepos’, la cual se dedicaba a extorsionar y estafar a ciudadanos desde el interior de un centro penitenciario.
La investigación, que duró ocho meses, permitió establecer que el grupo delincuencial operaba bajo dos modalidades principales: ciber extorsión y falsa encomienda.
En la primera, los implicados creaban perfiles falsos en redes sociales y sitios para adultos, haciéndose pasar por personas atractivas para ganarse la confianza de sus víctimas. Una vez establecido el contacto, comenzaban a exigir dinero, e incluso manipulaban imágenes para intimidar y difamar, usando etiquetas como “pedófilo” o “violador de niñas” con el objetivo de ejercer mayor presión psicológica.
La segunda modalidad consistía en llamadas en las que suplantaban a funcionarios públicos, integrantes de la Fuerza Pública o empleados de empresas de transporte y aduanas. Alegaban que había paquetes enviados desde el extranjero retenidos por supuestas irregularidades, y exigían grandes sumas de dinero para evitar procesos judiciales o ficticias órdenes de captura.
Detrás de esta estructura criminal estaba alias ‘Camilo’, identificado como el cabecilla del grupo. Desde la cárcel La Modelo de Bogotá, donde se encontraba recluido por delitos relacionados con hurto y tráfico de estupefacientes, coordinaba las operaciones de extorsión. A su lado operaba alias ‘Marlon’, encargado de administrar el dinero obtenido ilícitamente, mientras que ‘Maritza’ —esposa de Camilo— junto a otros cómplices identificados como ‘Wendy Yurany’, ‘Angie’, ‘Deiver’ y ‘John Jairo’, se encargaban de recolectar las sumas exigidas a las víctimas.
Según el expediente, se han identificado al menos siete víctimas directas, en su mayoría hombres, quienes perdieron más de 65 millones de pesos. No obstante, las autoridades estiman que la red habría logrado recaudar hasta 1.000 millones de pesos mediante estas prácticas fraudulentas.
Durante los operativos de allanamiento, realizados en Soacha, Neiva y Medellín, se incautaron 13 teléfonos móviles, 14 comprobantes de consignación, 14 tarjetas SIM y varias copias de documentos de identidad, elementos utilizados para ejecutar las extorsiones.
Los detenidos fueron imputados por los delitos de concierto para delinquir y extorsión agravada, y un juez de control de garantías les impuso medida de aseguramiento en centro carcelario.
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