Trump cancela el permiso migratorio a 530.000 cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos

Biden lanzó esa iniciativa en 2022 para venezolanos y la extendió en 2023 a cubanos, haitianos y nicaragüenses.

El Gobierno de Donald Trump planea anular el “parole humanitario”, un permiso migratorio que ha permitido a unos 530.000 cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos residir y trabajar temporalmente en Estados Unidos, según un borrador divulgado este viernes en el Registro Federal.

El beneficio migratorio expirará el 24 de abril, por lo que aquellos que se acogieron a él deberán abandonar el país antes de esa fecha o arriesgarse a quedar en situación irregular.

En el borrador, elaborado por el Departamento de Seguridad Nacional, se sostiene que este programa migratorio “ya no representa un beneficio público significativo” para Estados Unidos y es “incompatible con los objetivos de política exterior” de la Administración de Trump.

El borrador fue publicado este viernes en el Registro Federal, el diario oficial del Gobierno de EE. UU. donde se divulgan normativas, regulaciones y otros comunicados de agencias federales. La medida será publicada oficialmente el lunes, día en que entrará en vigor.

En la práctica, la decisión de Trump pone fin al “parole humanitario”, una medida creada durante el Gobierno de Joe Biden (2021-2025), que permitía a los ciudadanos de ciertos países residir y trabajar temporalmente en Estados Unidos. Para acceder al programa, debían contar con el patrocinio de alguien que residiera legalmente en el país.

Biden lanzó esta iniciativa en 2022 para venezolanos y la amplió en 2023 para cubanos, haitianos y nicaragüenses, como parte de su estrategia para frenar la migración irregular hacia EE. UU., al mismo tiempo que comenzó a imponer restricciones al asilo en la frontera con México.

Según los últimos datos del Departamento de Seguridad Nacional, alrededor de 110.000 personas de Cuba, 210.000 de Haití, 93.000 de Nicaragua y 117.000 de Venezuela llegaron a EE. UU. bajo este programa.

Durante la campaña para las elecciones de noviembre, Trump ya había anticipado su intención de eliminar el “parole” y llevar a cabo la mayor deportación de inmigrantes en la historia del país.

Desde su regreso al poder, Trump ha promovido redadas en diversas ciudades e implementado una política de intimidación mediante la deportación de migrantes a la base militar de Guantánamo o su traslado a una prisión en El Salvador, en virtud de un acuerdo con el Gobierno de ese país.

En su primer día en la Casa Blanca, el 20 de enero, Trump firmó una orden ejecutiva instruyendo al Departamento de Seguridad Nacional a “terminar” todos los programas de “parole”, incluidos aquellos destinados a ciudadanos de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití.

Esa revocación se hará efectiva el lunes con la publicación oficial del aviso en el Registro Federal.













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