Su agencia de representación, 33 & West, ha decidido despedirlo tras su más reciente escándalo.

Reconocido como uno de los grandes músicos de su generación, Kanye West ha acaparado recientemente más titulares por sus escándalos personales que por su música. La venta de camisetas con una esvástica esta semana se suma a una larga lista de controversias que parecen no tener fin.
Su agencia de representación, 33 & West, ha tomado la decisión de expulsarlo tras su más reciente escándalo.
El rapero, que desde 2021 se hace llamar Ye, estrenó este domingo durante la Super Bowl un anuncio para promocionar la página web de su marca de ropa Yeezy. Inicialmente, se ofrecían productos de ropa deportiva, pero pocas horas después solo quedaban disponibles camisetas con una esvástica a veinte dólares.
La plataforma Shopify cerró la web rápidamente y la cadena de televisión que emitió el anuncio se disculpó públicamente.
Esta controversia, junto con una nueva demanda de un trabajador que lo acusa de antisemitismo, es solo una más en la creciente deriva filonazi de Kanye West, autor de Runaway. El rapero se ha declarado abiertamente nazi y ha expresado su admiración por Hitler en la red X.
Genialidad musical
Hubo un tiempo en que Kanye West era conocido únicamente por su genialidad musical, primero como productor y luego como cantante. Nick Cave lo consideró el músico más grande de su generación. Tras años escribiendo para artistas como Jay Z, logró la oportunidad de lanzar su propio álbum en 2004, The College Dropout, un trabajo aclamado tanto por la crítica como por el público.
Su estilo innovador, que fusionaba rap con otros géneros musicales, le permitió un ascenso meteórico, marcado por discos como My Beautiful Dark Twisted Fantasy, considerado un hito generacional. Años después, su relación con Kim Kardashian (en 2014) disparó aún más la atención mediática sobre él.
Sin embargo, esos primeros años no estuvieron exentos de controversia: en 2009, subió al escenario de los Premios MTV para arrebatarle el micrófono a Taylor Swift y robarle el premio, un gesto que desató una ola de críticas.
Hace unos años, Kim Kardashian, con quien Kanye West tiene cuatro hijos, expresó en un mensaje tras una de sus polémicas: “Como muchos de ustedes saben, Kanye tiene trastorno bipolar. Cualquiera que lo tenga o que tenga un ser querido en su vida que lo padezca, sabe lo increíblemente complicado y doloroso que es de entender”.
West, quien en ocasiones se ha comparado con figuras como Jesús y Steve Jobs, recientemente declaró que le habían diagnosticado autismo.
Caída en picado
Kanye West ha acumulado una crisis reputacional tras otra, pero la más grave ocurrió en 2022, cuando hizo una serie de declaraciones antisemitas que provocaron que Adidas rompiera un lucrativo contrato para promocionar su línea Yeezy, con la que ha intentado consolidarse en el mundo de la moda durante más de una década.
Otras grandes marcas como Balenciaga, Gap y Footlocker también cancelaron sus colaboraciones con el artista.
Desde entonces, las polémicas han seguido: mostró su apoyo a Donald Trump, llevó camisetas con el mensaje “White Lives Matter” —una frase asociada con el supremacismo blanco— y cuestionó la muerte de George Floyd a manos de la policía.
En 2020, Kanye West difundió un video en el que se orinaba sobre varios premios Grammy que había ganado, se postuló como candidato a la presidencia de Estados Unidos y, en 2022, compró la red social de ultraderecha Parler, que había sido eliminada de las plataformas de Google y Apple tras el asalto al Capitolio.
Recientemente, el rapero también afirmó que controla el vestuario de su esposa Bianca Censori, después de que ella se presentara desnuda en la alfombra roja de los Grammy. Los rumores sobre una posible separación entre ambos siguen circulando.
Nadie sabe cómo terminará esta deriva del genio musical. A pesar de la controversia, West no ha dejado de crear música. El año pasado lanzó dos álbumes, Vultures 1 y Vultures 2, y ha anunciado un nuevo proyecto titulado Bully, aunque aún no tiene fecha de lanzamiento.