El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, afirmó que la medida responde a la evaluación de que las políticas antinarcóticos del presidente Gustavo Petro han resultado “desastrosas e ineficaces”.

Este viernes, el Departamento de Estado de Estados Unidos informó que Colombia dejará de ser certificada bajo los criterios establecidos por la ley estadounidense de financiación exterior, lo que implica la suspensión de la ayuda económica destinada al país.
El secretario de Estado, Marco Rubio, explicó que la decisión se tomó al considerar que las políticas antinarcóticos del presidente Gustavo Petro han resultado “desastrosas e ineficaces”.
De acuerdo con el comunicado oficial, la medida se sustenta en la Ley de Asignaciones del Departamento de Estado para el año fiscal 2025 y obedece a una “falla demostrable” por parte de Colombia en el cumplimiento de sus compromisos en la lucha contra el narcotráfico, una crítica que ya había sido expresada previamente por el expresidente Donald Trump.
“Estados Unidos no tolerará la indiferencia ni el respaldo a los narcoterroristas por parte de Petro. Estamos resueltos a llevar ante la justicia a los terroristas y a los traficantes de drogas, y a evitar que sustancias letales ingresen a nuestro territorio. No habrá impunidad para quienes trafican drogas ni para los actos de terrorismo y violencia cometidos por grupos armados delictivos.”
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos, a través de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), anunció sanciones contra el presidente Gustavo Petro, su esposa Verónica Alcocer, su hijo Nicolás Petro y el ministro del Interior, Armando Benedetti, por su presunta implicación en el comercio internacional de drogas ilícitas.
Washington aclaró que la medida no está dirigida a las instituciones del Estado colombiano, sino a lo que calificó como los “fracasos e incompetencia” del actual gobierno. Asimismo, reiteró su respaldo a las fuerzas de seguridad, al sistema judicial y a las autoridades locales en los esfuerzos conjuntos para combatir el narcotráfico.
La administración estadounidense subrayó que no tolerará la complacencia ni el apoyo hacia los narcoterroristas y reafirmó su compromiso de impedir el ingreso de drogas ilegales a su territorio.