La consulta anual del artículo IV concluyó con un informe que reduce significativamente las probabilidades de que Colombia pueda conservar el acceso a la línea de crédito flexible del FMI, la cual se encuentra actualmente suspendida.

El Fondo Monetario Internacional publicó su informe anual sobre Colombia, realizado bajo el artículo IV, en el que señala que las finanzas públicas del país se han deteriorado y que es necesario implementar un plan de acción con medidas firmes y realistas.
Aunque el organismo reconoce que la economía colombiana está mostrando una mejora en su crecimiento y que la inflación está siendo cada vez menos preocupante, la principal preocupación se centra en el desorden fiscal y en la suspensión de la regla fiscal, anunciada por el gobierno en junio pasado.
“La política y el marco fiscal se han debilitado de forma significativa en comparación con la evaluación anterior, que los calificaba como ‘muy sólidos’, un requisito clave para mantener el acceso continuo a la Línea de Crédito Flexible (LCF)”, advirtió el Fondo Monetario Internacional en su informe, sugiriendo que es poco probable que Colombia recupere ese acceso en el corto plazo.
El acceso a desembolsos bajo la LCF fue suspendido temporalmente en abril, a la espera de esta evaluación anual que ahora concluye con el informe emitido. A continuación, se llevará a cabo una revisión de medio término, que será clave para determinar el futuro del país frente a este mecanismo.
El informe advierte que nuevas demoras en el proceso de consolidación fiscal podrían generar inquietudes sobre un posible desanclaje de la política fiscal, lo cual afectaría negativamente la confianza de los inversionistas y podría derivar en una salida abrupta de capitales. Además, señala que el incremento de la incertidumbre política, junto con el auge de la violencia y la inseguridad, representan riesgos adicionales que podrían frenar la actividad económica y limitar el crecimiento del sector privado.
Según el FMI, Colombia requiere implementar un conjunto de medidas que incluyan la generación de nuevos ingresos —que en el contexto colombiano suelen provenir de reformas tributarias— así como una revisión profunda del gasto público y de la rigidez presupuestaria. Justamente, esta última fue la razón principal esgrimida por el gobierno para suspender la regla fiscal y permitir un mayor déficit durante un período de tres años.
Con el objetivo de fortalecer las perspectivas de crecimiento a largo plazo, los directores del FMI recomendaron avanzar en reformas orientadas a elevar la productividad, fomentar una mayor participación en el mercado laboral y diversificar la estructura económica del país. Al referirse al ambicioso plan de transición energética presentado por las autoridades, subrayaron la necesidad de que dicho proceso sea bien diseñado y gradualmente implementado, de manera que promueva la sostenibilidad y resiliencia a largo plazo, sin comprometer la estabilidad macroeconómica. Además, instaron al gobierno a continuar reforzando la gobernanza y la transparencia, con el fin de mejorar el entorno para la inversión.