Compró 100 camisetas del Junior con el nombre de James y exige el reembolso

El fichaje de James Rodríguez con el Club León de México no solo desató debates en el mundo deportivo, sino que también dejó una ola de frustración y pérdidas económicas entre los hinchas y comerciantes de la región caribeña de Colombia.

Muchos esperaban que el talentoso mediocampista colombiano se uniera al Junior de Barranquilla, un sueño que llevó a varios emprendedores a apostar por la compra masiva de camisetas del equipo, personalizadas con el icónico número “10” de la Selección Colombia y el nombre de James.

Sin embargo, lo que parecía una inversión segura terminó siendo un duro golpe financiero. Manuel Yépes, un comerciante de Santa Marta, compartió su indignación con el medio local La Libertad:

“Nos vieron la cara. Todo esto de traer a James fue solo una estrategia de marketing para vender más camisetas. Pido que me devuelvan mi plata”, declaró, visiblemente molesto tras perder su inversión en 100 camisetas que esperaba vender con facilidad.

Las calles de Barranquilla también reflejaron el impacto de esta decisión, con tiendas llenas de camisetas del Junior estampadas con el “10”, ahora invendibles tras la confirmación de James como nuevo jugador del Club León.

Esta situación evidencia no solo la pasión de los fanáticos por el fútbol, sino también los riesgos que enfrentan comerciantes que apuestan por rumores deportivos para impulsar sus ventas. La historia de James y su traspaso, más allá de los campos de juego, dejó una lección amarga para los seguidores del Junior y los emprendedores de la región.

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