Uno de los aspectos más destacados del nombramiento es que se rompe una tradición de más de 30 años, establecida por la misma izquierda que actualmente gobierna el país. A continuación, los detalles.

El nombramiento, realizado este miércoles por la tarde, del general Pedro Arnulfo Sánchez como nuevo ministro de Defensa, en reemplazo de Iván Velásquez, generó reacciones divididas dentro del ámbito político.
El presidente de la Cámara, Jaime Raúl Salamanca, aplaudió el nombramiento de una persona originaria de Boyacá, destacando su trayectoria en operativos de renombre, como el rescate de los niños Mucutuy en las selvas del Guaviare.
“Celebramos con beneplácito el anuncio del presidente Gustavo Petro sobre la designación del general Pedro Sánchez como nuevo ministro de Defensa. Su experiencia y liderazgo, demostrados a lo largo de su carrera militar, así como su gran sensibilidad social, son fundamentales. La operación Esperanza, que permitió el rescate de los niños en el Amazonas, ha sido clave para los desafíos de seguridad y paz que enfrenta el país”, expresó Salamanca.
Uno de los aspectos más destacados del nombramiento es que rompe con una tradición establecida por la misma izquierda que hoy gobierna, que ha sostenido que el titular de la cartera de Defensa debe ser un civil y no un militar. Cabe recordar que el último ministro militar fue el general Óscar Botero Restrepo en 1990, antes de ser sucedido por Rafael Pardo Rueda.
“Nunca me imaginé que el primer Gobierno de izquierda de nuestra historia sería el que regresara a un Ministerio de Defensa castrense. Romper la tradición de ministros civiles tiene riesgos. Seguramente algunos celebrarán esta decisión debido a la muy pobre labor del último ministro y al deterioro de la seguridad. A mí me da guayabo moral”, expresó el representante liberal Juan Carlos Losada.
Por otro lado, el representante del Pacto Histórico, Heráclito Landinez, calificó la designación de Sánchez como una decisión acertada por parte del presidente Petro.
“Es un hombre que ha dedicado su vida a las fuerzas, especialmente a la Fuerza Aérea, y que se ha probado en todos los campos. Es el hombre que rescató a los niños perdidos en las selvas, pero además, su característica es ser un hombre civilista, responde al poder civil. Es una gran designación en el momento que vive el país debido al conflicto y paro armado”, afirmó.
“De un plumazo, Gustavo Petro se cargó la práctica civilista de los últimos 30 años de no nombrar a un militar activo en el Ministerio de Defensa y fuerza el retiro de cerca de 10 generales en la peor crisis de seguridad de los últimos años”, afirmó el representante Andrés Forero, del Centro Democrático.
Desde la oposición, señalaron que la principal preocupación con el nombramiento es que, si Sánchez asume como general activo de la Fuerza Aérea, esto podría generar la salida de un gran número de generales de mayor rango de las Fuerzas Militares.