En medio del océano se encuentra un punto que alberga una de las coordenadas más conocidas del mundo, un lugar oculto y reservado para pocos.

La Tierra está organizada a través de una red de líneas imaginarias que permiten localizar cualquier lugar del planeta. Estas líneas, conocidas como latitud y longitud, indican la distancia en dirección norte, sur, este u oeste, y son fundamentales para la navegación y la elaboración de mapas.
La latitud 0° corresponde al ecuador, mientras que la longitud 0° está definida por el meridiano de Greenwich. La intersección de ambas líneas da origen al sistema de coordenadas geográficas: un punto preciso y, al mismo tiempo, envuelto en cierto misterio.
Aunque este lugar aparece claramente marcado en los mapas, pocos conocen qué hay realmente en ese punto exacto donde el ecuador y el meridiano cero se cruzan.
Durante mucho tiempo, las coordenadas 0° de latitud y 0° de longitud han despertado la curiosidad de muchos, dando lugar a todo tipo de teorías y especulaciones. No obstante, la realidad detrás de este punto combina elementos de ciencia, exactitud geográfica y un curioso giro con sentido del humor cartográfico.
¿Qué se encuentra en la coordenada 0,0 de la Tierra?
Este punto exacto del planeta está ubicado en el Golfo de Guinea, en medio del océano Atlántico, a más de 600 kilómetros de las costas de Ghana.
Lejos de ser una isla exótica o un territorio oculto, en ese lugar no hay tierra firme. Lo único que se encuentra allí es una boya científica, encargada de registrar datos sobre las condiciones del océano.

En el ámbito de la geografía y los Sistemas de Información Geográfica (SIG), este punto es conocido como Null Island, una “isla” ficticia que, en realidad, no existe. Fue creada como una herramienta técnica para identificar errores en bases de datos geoespaciales.
Cuando una plataforma digital recibe coordenadas incompletas o incorrectas, el sistema puede asignar automáticamente el punto 0° de latitud y 0° de longitud. Así, los datos erróneos terminan siendo ubicados en Null Island, lo que facilita su detección y corrección.
Lo que en un principio fue una broma interna entre cartógrafos terminó convirtiéndose en una herramienta valiosa para investigadores y desarrolladores de sistemas de mapas.
Desde el punto de vista físico, llegar a este lugar solo es posible por vía marítima, y lo único que encontraría un visitante sería el vasto océano abierto acompañado de una boya meteorológica. Sin embargo, en el entorno digital, Null Island se ha convertido en uno de los puntos más referenciados y conocidos dentro de los mapas contemporáneos.
De esta manera, el cruce de las coordenadas 0,0 no es una isla remota ni un misterio geográfico, sino un ejemplo curioso de cómo la ciencia y la tecnología pueden otorgar relevancia a un punto completamente vacío. Una paradoja intrigante: el sitio donde “comienzan” todos los mapas, pero donde físicamente no hay absolutamente nada.
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