El caso de Valeria Afanador, una niña de 10 años con síndrome de Down, generó gran conmoción nacional luego de su desaparición el 12 de agosto de 2025, tras salir del Gimnasio Campestre Los Laureles.

La investigación por la desaparición y fallecimiento de Valeria Afanador, ocurrida en Cajicá, sigue en curso. La Fiscalía General de la Nación ha citado a declarar a dos docentes del colegio Gimnasio Campestre Los Laureles este martes 16 de septiembre en la sede de la Unidad de Policía Judicial del CTI, en Chía.
Los citados son la directora de curso de la menor y el profesor de educación física, quienes deberán explicar su actuación durante los hechos del día en que ocurrió la tragedia.
Según su testimonio ante el colegio durante las indagaciones internas, la directora de curso, encargada de supervisar a los estudiantes, relató que intentó que Valeria tomara las onces. Sin embargo, la niña se dirigió corriendo al salón de deportes para sacar un balón, una conducta que, según afirmó, era habitual en ella.
Después de lo ocurrido, la docente acompañó a otros estudiantes a tomar el refrigerio y más tarde se trasladó a supervisar las áreas del parque y el arenero. Indicó que durante su labor de vigilancia, alrededor de las 10:25 a.m., no vio a Valeria. Según su testimonio, solo fue informada de la desaparición de la niña después del receso, momento en el que comenzó a buscarla en los sitios que solía frecuentar.
El profesor de educación física también ha sido citado a declarar, ya que fue él quien le entregó el balón a Valeria y, según su testimonio, fue el último docente en tener contacto con ella. Afirmó que, tras atender a la menor, se dirigió a cumplir con sus responsabilidades en la cancha de voleibol y no volvió a tener noticias sobre Valeria hasta que fue informado de su desaparición a través del grupo de comunicación interna del colegio.
Estas versiones resultan fundamentales para el avance del caso, especialmente porque la familia Afanador, a través de su defensa, sostiene que no solo la rectora, sino también varios docentes, habrían incurrido en serias fallas en los protocolos de seguridad y supervisión, lo que habría permitido la desaparición de la niña.
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