Durante el fin de semana, crecieron las sospechas tras los mensajes del secretario de Estado, Marco Rubio, y del exjefe de operaciones especiales de la era Bush, Marshall Billingslea, en medio de la tensión entre ambos países.

El secretario de Estado, Marco Rubio, afirmó este fin de semana en una entrevista con The New York Times que Estados Unidos está preparando “la operación militar más relevante del segundo mandato de Donald Trump”. Según Rubio, uno de los principales blancos en la región es Nicolás Maduro y su entorno, a quienes vincula con “organizaciones narcoterroristas”, en abierta confrontación con la política estadounidense.
Pocas horas después de esas declaraciones, y tras la denuncia del canciller venezolano Yván Gil sobre la interceptación de una embarcación con nueve pescadores por parte de una unidad de la Marina de EE. UU. durante un operativo que se prolongó por ocho horas, el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, hizo una nueva acusación: aseguró que Washington lleva a cabo vuelos de “inteligencia” sobre territorio venezolano.
De acuerdo con el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, Estados Unidos busca justificar un “plan de amenaza militar e intervención” cuyo objetivo sería “desplazar al presidente Nicolás Maduro”. Padrino fue más allá al advertir que las maniobras actuales difieren de las realizadas anteriormente. Señaló que, si bien las operaciones de inteligencia con aeronaves militares estadounidenses no son nuevas, ahora se observa un patrón más agresivo: no solo se realizan durante el día, sino también en horas de la noche y la madrugada.
Otro elemento destacado por el ministro de Defensa, quien hasta ahora se ha mantenido como uno de los aliados más leales de Nicolás Maduro, fue que durante el mes de agosto lograron “triplicar las operaciones de inteligencia y exploración contra Venezuela”, una declaración que reconoce abiertamente el aumento en la vigilancia extranjera sobre el país.
Por otro lado, entra en escena Marshall Billingslea, exfuncionario del Departamento del Tesoro durante la administración de Donald Trump y antiguo jefe de operaciones especiales bajo George W. Bush tras los atentados del 11 de septiembre. A través de un mensaje reciente, Billingslea insinuó conocer información sensible, aparentemente en alusión directa a la ubicación de un búnker perteneciente a Nicolás Maduro.
Con tono tajante, afirmó: “Lo sabemos todo. Están infiltrados y vigilados.”
El exfuncionario compartió primero un video y luego una fotografía en la que reveló supuestos detalles técnicos de una instalación subterránea. En su mensaje, señaló: “Cinco niveles subterráneos, 40 metros de profundidad, 15.000 metros cuadrados, ubicada bajo la sala de llegadas presidenciales. Incluye sala de estar con sistema VTC, áreas residenciales para el régimen, gimnasio, sistema de refrigeración y cocina con capacidad para mantener a 150 personas durante cuatro meses, además de oxígeno suficiente para 25 días”.
Según añadió, el sitio estaría resguardado por personal de seguridad cubano y tendría una conexión directa con el hangar presidencial.
— Marshall S. Billingslea (@M_S_Billingslea) September 14, 2025