El Ejército afirma que civiles, incitados por disidencias, agredieron a los soldados durante una operación contra la minería ilegal. A continuación, los hechos.

En la zona rural de Puerto Garzón, Putumayo, tres soldados del Ejército resultaron lesionados por objetos contundentes durante un intento de asonada perpetrado contra tropas que llevaban a cabo operaciones contra la minería ilegal.
El brigadier general Yor William Cotua, comandante de la Brigada 27 del Ejército, señaló que los hechos ocurrieron hacia el mediodía, en el marco de una operación en la que fueron destruidas dos estructuras utilizadas para la extracción ilícita de oro. Estas estaban conformadas por maquinaria pesada y equipos clasificadores.
La acción fue ejecutada en conjunto con la Policía Nacional, la Fuerza Aérea Colombiana y la Fiscalía General de la Nación.
De acuerdo con el general Cotua, una vez destruida la maquinaria, un grupo considerable de personas atacó a los uniformados que participaban en el operativo.
“Civiles comenzaron a agredir a mis soldados, los humillaron, los atacaron con piedras, palos e incluso los persiguieron con machetes, como evidencian algunos videos difundidos por la misma comunidad”, afirmó el general Cotua.
Durante el incidente, un civil sufrió una herida en el pie causada por un disparo. El general explicó que no se trató de un ataque intencional, sino de una respuesta de advertencia: “Uno de nuestros soldados realizó disparos al suelo como señal de advertencia, y el civil movió el pie hacia la trayectoria de las balas. Lamentablemente, resultó herido en el pie. Tenemos conocimiento de que su estado es estable y está fuera de peligro”.
El comandante enfatizó que los agentes actuaron en legítima defensa.
“Son soldados capacitados en derechos humanos y derecho internacional humanitario, conscientes de las garantías que poseen, y solo responden cuando enfrentan un peligro inminente para sus vidas o las de sus compañeros”, afirmó.
Durante el enfrentamiento, tres soldados resultaron heridos por impactos de piedras y palos. Actualmente se encuentran en proceso de evacuación para recibir atención médica.
El general Cotua señaló que estos incidentes forman parte de una creciente escalada de violencia impulsada por los Comandos de Frontera, estructura 48, bajo el liderazgo de alias ‘Jairo M’.
“Estas actividades ilícitas incitan a la población civil a confrontar a la fuerza pública. Solo una de estas operaciones ilegales podía generar ingresos de hasta 2.900 millones de pesos en oro, además de causar un grave impacto ambiental en el aire, el agua y el suelo”, explicó.
Incremento de la violencia contra las Fuerzas Militares
El oficial destacó que la agresividad hacia las tropas ha aumentado en los últimos meses.
“El 8 de julio, luego de una operación, dos soldados fueron secuestrados en Santa Lucía. El 3 de septiembre, la comunidad intentó quemar vivos a un teniente y a dos soldados. Observamos un incremento en la hostilidad y el peligro de que en el futuro se utilicen armas de fuego”, alertó.
A pesar de estos ataques, el general Cotua afirmó que el Ejército continuará con sus operaciones contra las economías ilegales en Putumayo.
“Nuestra misión es firme: combatir estos fenómenos criminales que financian a grupos armados organizados y representan una amenaza para la población y el medio ambiente”, concluyó.