Las autoridades de salud están investigando otros dos fallecimientos para establecer si la causa fue dengue.

La Secretaría de Salud de Santander informó que, de los 18 fallecimientos notificados en lo que va del año como posibles casos de dengue, siete han sido confirmados —incluidos tres menores de edad—, nueve fueron descartados y dos continúan bajo análisis para establecer si la enfermedad fue la causa.
De acuerdo con el último informe epidemiológico, hasta la semana 33 del año 2025 se han reportado 8.338 casos de dengue en el departamento. Las autoridades alertan que el comportamiento del canal endémico supera los niveles esperados y muestra una tendencia al alza, lo que hace necesario intensificar las acciones preventivas.
Del total de casos registrados, el 66,9 % corresponde a dengue sin signos de alarma, el 32,4 % presenta signos de alarma y el 0,6 % ha sido clasificado como dengue grave. Además, la mayoría de los casos se ha presentado en hombres (52,1 %) y en zonas urbanas (84,2 %).
Los municipios que registran la mayor proporción de casos son Bucaramanga (27,7 %), Floridablanca (15,8 %), Sabana de Torres (8,7 %), Girón (8,2 %) y Barrancabermeja (6,8 %). En términos de incidencia, las localidades con las tasas más elevadas de casos por cada 100.000 habitantes son Sabana de Torres, Valle de San José, Santa Helena del Opón y Landázuri.
Actualmente, 13 municipios están clasificados en brote tipo I, entre ellos Barrancabermeja, Cimitarra, Barbosa y Málaga. Por su parte, Charalá y Valle de San José enfrentan brote tipo II. Además, otros 17 municipios, como Bucaramanga, Girón, Piedecuesta y San Gil, se encuentran en estado de alerta.
“Es esencial eliminar los focos de reproducción de mosquitos en los hogares, utilizar repelente y vestir ropa que cubra brazos y piernas, además de buscar atención médica inmediata si se presentan síntomas como fiebre, dolor muscular, sangrado o dolor abdominal intenso.”
Las autoridades sanitarias reiteran que, aunque los casos hayan disminuido respecto al año anterior, el dengue continúa siendo una amenaza latente en Santander.
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