Esta semana, ambos municipios han sido fuertemente impactados por la ola de violencia desatada por las disidencias de las Farc.
Ante la creciente incertidumbre que vive la población en el suroccidente del país y como medida preventiva frente a posibles nuevos atentados, dos de los municipios más afectados por la reciente escalada de violencia en el Valle del Cauca y Cauca han adoptado y ampliado medidas restrictivas.
Uno de ellos es Corinto, ubicado en el norte del Cauca, donde en la tarde de este jueves se registró un nuevo hostigamiento contra la fuerza pública.
Allí se decretó toque de queda durante dos días, desde las 7:00 p.m. hasta las 5:00 a.m., así como ley seca, que se mantendrá vigente hasta el martes 17 de junio.
Igualmente, se prohibió la realización de eventos masivos durante el fin de semana con el fin de evitar aglomeraciones que puedan poner en riesgo a la población ante posibles nuevos actos violentos.
En Jamundí, Valle del Cauca, la Alcaldía decidió extender por dos días adicionales la ley seca que ya se encontraba vigente y adoptó nuevas restricciones para el fin de semana. Entre las medidas implementadas se incluye la prohibición de mudanzas, transporte de escombros y combustibles, así como el uso de drones y el estacionamiento cerca de edificios públicos.