El menor fue intervenido quirúrgicamente en las últimas horas tras resultar herido durante el intercambio de disparos con escoltas y policías que se produjo luego del atentado.

La noche de este domingo 8 de junio se llevará a cabo la audiencia de aprehensión del menor de edad señalado como el presunto autor del atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, ocurrido en Bogotá.
Según información obtenida por Blu Radio, al joven de 14 años, quien fue captado en varios videos disparando contra el dirigente del Centro Democrático en el barrio Modelia, localidad de Fontibón, se le imputarán varios delitos relacionados con el ataque ocurrido la tarde del sábado 7 de junio.
¿Qué cargos enfrentará el menor?
Al menor de edad se le imputarán los delitos de tentativa de homicidio y porte ilegal de armas. La Fiscalía solicitará además una medida de internamiento en un centro especializado para adolescentes.
En paralelo, el ente acusador adelanta cuatro líneas de investigación para esclarecer los posibles móviles detrás del atentado. Como parte del proceso, ya se han revisado 150 cámaras de seguridad en la zona con el objetivo de identificar a posibles cómplices del menor.
Las autoridades también analizan grabaciones de la semana anterior captadas por cámaras ubicadas en el parque El Golfito, en el barrio Modelia —lugar donde ocurrió el ataque—, para establecer si el menor ya había estado en el sitio y pudo haber preparado el atentado con anticipación. Se ha confirmado que el recorrido de Miguel Uribe por ese sector era de conocimiento público, ya que tenía previsto dialogar allí con los ciudadanos.
Asimismo, se han llevado a cabo 40 entrevistas con el objetivo de identificar a los posibles autores intelectuales del atentado.
¿Qué sanción enfrentaría el menor de 14 años?
Según explicó el abogado penalista Saúl León en una entrevista con Noticias Caracol En Vivo, un menor imputado por tentativa de homicidio y porte ilegal de armas podría ser sancionado con una pena máxima de 8 años en un centro especializado para adolescentes, no en una cárcel común. Esto implica que el joven podría recuperar su libertad alrededor de los 22 años, o incluso antes si demuestra buena conducta o continúa con sus estudios.
En cambio, si un adulto cometiera los mismos delitos, la condena sería considerablemente más dura, oscilando entre 40 y 50 años de prisión. Esta diferencia responde a que, para los menores, se aplica el Código de Infancia y Adolescencia, que establece un régimen especial para su tratamiento judicial.