La investigación reveló que el niño, tristemente, era víctima de abuso infantil extremo.
La Fiscalía de Neiva judicializó a la madre y al padrastro de Jordán, un niño de apenas 2 años que falleció debido a múltiples contusiones tras recibir una golpiza el pasado 13 de marzo en una vivienda ubicada en el barrio Eduardo Santos, en Neiva, Huila.
Ocho días de investigación realizados por un fiscal adscrito a la Unidad de Vida y la Policía Judicial de la Policía permitieron concluir que la muerte de Jordán fue el resultado de un presunto caso de violencia infantil.
“Se logró la captura de dos personas, quienes son señaladas como los presuntos responsables de los hechos ocurridos el 13 de marzo en el barrio Eduardo Santos, donde el menor perdió la vida. Los detenidos tienen investigaciones previas por violencia intrafamiliar, inasistencia alimentaria y lesiones personales”, expresó el coronel Héctor Jairo Betancourt Rojas, comandante de la Policía Metropolitana, en el momento de la captura de la pareja.
Además, se reveló que el día de los hechos, una vecina escuchó gritos provenientes de la vivienda y se dirigió al lugar, donde encontró al niño gravemente herido. Al ver la situación, la vecina lo auxilió y lo trasladó al CAIMI de Neiva, en la comuna 9; sin embargo, al llegar, ya no presentaba signos vitales.
A pesar de que la madre del menor declaró en el centro asistencial que el niño presentaba problemas estomacales, el dictamen de Medicina Legal indicó que su muerte no fue natural, sino consecuencia de los golpes recibidos con un objeto contundente en el abdomen, así como signos de tortura en otras partes de su cuerpo.
Durante la investigación, la Fiscalía determinó que Jordán había sido víctima de un ciclo de violencia y maltrato desde diciembre de 2024.
Por estos hechos, se les imputaron los delitos de homicidio agravado y tortura. La madre y el padrastro del niño, quienes no aceptaron los cargos, fueron privados de libertad en centros carcelarios.
Según la Secretaría de la Mujer de Neiva, en lo que va del 2025 se han reportado 1.800 casos de violencia intrafamiliar en la ciudad, de los cuales más de 300 involucran a menores de edad.
La Policía hizo un llamado a la comunidad para reforzar el cuidado y la protección de los niños.
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