Afirmó que permitir que “los que saben” hagan política solo ha llevado a tragar sapos, y señaló al “Roy-Benedettismo” como el mayor adversario del progresismo en Colombia.

Luis Carlos Reyes, exministro de Comercio, lanzó un fuerte pronunciamiento tras conocerse la reunión entre el presidente Gustavo Petro y el exembajador en el Reino Unido, Roy Barreras, que tuvo lugar este miércoles en la Casa de Nariño.
El encuentro, del cual se difundió una fotografía, abordó temas relacionados con una posible candidatura presidencial de Barreras y las estrategias de cara a las elecciones de 2026.
¿Cuál fue el pronunciamiento de Luis Carlos Reyes?
Desde su cuenta en X, el exdirector de la DIAN expresó su desacuerdo con el tipo de progresismo que podría surgir del llamado “Roy-Benedettismo”, señalando que, a su juicio, esto “socava los propios objetivos” del gobierno de Gustavo Petro.
De hecho, señaló que al ceder la política a quienes supuestamente “saben”, el resultado ha sido seguir aceptando situaciones indeseables, razón por la cual calificó al “Roy-Benedettismo” como el mayor obstáculo para el progresismo en Colombia.
“¿Hasta dónde nos ha llevado esta constante de tragarnos sapos? ¡Basta ya! El roy-benedettismo representa el mayor enemigo del progreso en Colombia”, escribió Luis Carlos Reyes.
“El progresismo tiene la responsabilidad de rechazar lo que podría definirse como ‘Roy-Benedettismo’, una postura que justifica cualquier medio para alcanzar un fin, incluso si esos medios implican prácticas poco transparentes como el clientelismo o el uso dudoso de los recursos públicos”, escribió Reyes en X.
Cabe recordar que Luis Carlos Reyes denunció públicamente presuntas presiones ejercidas por Roy Barreras durante su gestión como director de la DIAN, específicamente relacionadas con intentos de influir en nombramientos en Buenaventura y Cali.
Entre los argumentos de Reyes sobre el impacto negativo que podrían tener Roy Barreras y Armando Benedetti en el progresismo del actual gobierno, mencionó el modelo de salud, que —según él— podría agravar la situación de las EPS, así como una estrategia de paz fallida, al haber permitido la continuidad de dinámicas que favorecen el flujo de recursos ilícitos.
“En lugar de abordar de manera estructural los problemas del sistema de salud, este modelo corre el peligro de sustituir un sistema de EPS con serias deficiencias por otro que podría replicar los mismos problemas de corrupción y mala administración”, agregó el exministro.