La propuesta fue hecha por el alcalde del municipio durante un reciente consejo de seguridad encabezado por el ministro de Defensa, Pedro Sánchez.

La reciente escalada de acciones violentas atribuidas al frente 36 de las disidencias de las Farc en el Nordeste antioqueño —dirigidas principalmente contra la fuerza pública— ha despertado preocupación entre las autoridades gubernamentales, que ahora buscan alternativas para proteger a la población civil.
En ese contexto, el alcalde de Amalfi, Wilmar Vélez, manifestó su inquietud durante el más reciente consejo de seguridad realizado en el municipio, el cual fue presidido por el ministro de Defensa, Pedro Sánchez. En el encuentro, Vélez propuso reubicar tanto la estación de Policía como la base militar hacia sectores menos céntricos o poblados, con el fin de reducir el riesgo para la comunidad.
Como alternativa para mantener la presencia policial en el área urbana, el alcalde sugirió instalar un CAI móvil. La propuesta fue bien recibida por el ministro Sánchez, quien aseguró que será objeto de análisis.
“Le dije que se iba a analizar, porque la intención es hacer lo que pide la comunidad: que la fuerza pública esté con ellos, que esté en el corazón de ellos, en el corazón de Amalfi, y que desde allí pueda desplegarse hacia otras zonas”, declaró el ministro.
Sin embargo, el ministro advirtió que esta no debería considerarse la solución ideal, ni en Amalfi ni en otros municipios que enfrentan amenazas de grupos armados. A su juicio, lo fundamental es reforzar la presencia de la fuerza pública justamente en las zonas donde existen mayores riesgos para la seguridad.
“En otras regiones han dicho: el problema es que hay riesgo porque la fuerza pública está presente. Pero lo que debe hacerse es expulsar a los criminales, no retirar a la fuerza pública. Porque, si se les cierran las puertas a los uniformados, se le están abriendo al crimen”, enfatizó Sánchez.
La petición del alcalde de Amalfi surge no solo como respuesta al atentado ocurrido hace un mes en la vereda Los Toros, en el que murieron 13 policías, sino también ante el creciente riesgo por la presencia de artefactos explosivos en la zona.
Hace una semana, fue detectado y desactivado un explosivo que, según las autoridades, estaba destinado a ser detonado cerca de la estación de Policía. Además, el pasado jueves, la sospecha de otro posible artefacto obligó a evacuar una institución educativa en el casco urbano. Finalmente, se comprobó que el objeto sospechoso era una caja con residuos.