La Cámara de Representantes aprueba una iniciativa para endurecer las penas contra los delitos de maltrato animal.

El maltrato animal sigue siendo un problema persistente que ha afectado a miles de seres vivos sin recibir una respuesta adecuada de las instituciones encargadas de su protección, según los defensores de este proyecto. A pesar de que en 2016 se promulgó la ley 1774, que reconoce a los animales como seres sintientes y busca su protección, la falta de sanciones efectivas y la impunidad han permitido que muchos casos de abuso queden sin castigo o pasen desapercibidos.
Ante esta realidad, nace la “Ley Ángel”, un proyecto que tiene como objetivo fortalecer la acción institucional contra las formas más graves de violencia hacia los animales y reducir la alarmante impunidad que prevalece en este ámbito. La ley está diseñada para abordar el maltrato animal desde tres componentes clave: policivo, pedagógico y penal. Cada uno de estos enfoques busca reforzar las herramientas disponibles para combatir el abuso animal y fomentar un cambio cultural en la relación de los colombianos con los animales.
Se propone actualizar y fortalecer el proceso sancionatorio policivo para permitir una investigación más rápida de los actos de maltrato animal que no sean considerados delitos graves. Según sus defensores, como la senadora Andrea Padilla y el representante Alejandro García, el sistema actual es ineficaz debido a la dispersión normativa y la falta de un protocolo claro. Para mejorar la situación, se crearía la Ruta Nacional de Atención al Maltrato Animal, que facilitaría una respuesta más coordinada entre los niveles municipal, departamental y nacional, garantizando una atención más efectiva y rápida ante los casos de abuso animal.
Un aspecto innovador de la ‘Ley Ángel’ es la incorporación de un componente pedagógico, con el objetivo de generar un cambio cultural en la forma en que la sociedad se relaciona con los animales. Se propone sensibilizar a jueces, fiscales y policías sobre la importancia de adoptar un enfoque integral al juzgar los casos de maltrato animal. Además, se plantea la implementación de cursos de sensibilización sobre bienestar animal, que podrían ser tomados por quienes sean sancionados por maltrato leve, con la posibilidad de reducir las multas si asisten a estos cursos.
El proyecto también busca endurecer las sanciones penales para los casos más graves de maltrato, como aquellos que resultan en la muerte del animal o lesiones graves. Se propone dividir los delitos en dos categorías: aquellos que causan la muerte del animal con agravantes y aquellos que resultan en lesiones graves. La pena para la muerte de un animal con agravantes podría ser de 32 a 56 meses de prisión, mientras que para las lesiones graves se establecería una pena de 20 a 42 meses. Este enfoque gradual busca asegurar que las sanciones sean proporcionales a la gravedad del delito sin sobrecargar el sistema penitenciario.
La creciente presencia de animales en los hogares colombianos, que actualmente representan el 67 % de los hogares según el DANE, y el auge de la economía del sector de bienes y servicios para animales, que mueve 5 billones de pesos anuales, refleja un cambio en la actitud de los ciudadanos hacia la protección animal. Este clamor social por la justicia animal está respaldado por la Corte Constitucional, que ha reiterado en diversas ocasiones el mandato constitucional de protección animal.
Según los congresistas, con el apoyo de la sociedad y la creación de leyes más eficaces como la Ley Ángel, Colombia tiene la oportunidad de erradicar el maltrato animal y construir una cultura de respeto hacia los animales, fomentando una convivencia más ética y responsable.
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