La droga decomisada era propiedad del grupo disidente Comandos de Frontera y tenía como destino Centroamérica y el Caribe, vía el Pacífico colombiano.

En una operación conjunta entre tropas del Comando Contra el Narcotráfico y Amenazas Transnacionales (CONAT) del Ejército Nacional y unidades de la Policía Nacional, fue incautada una tonelada de cocaína en zona rural del municipio de Potosí, departamento de Nariño.
El cargamento, listo para ser distribuido, llevaba marquillas de las marcas Piel Roja y Rolex, utilizadas por estructuras criminales para identificar y diferenciar sus envíos en el mercado internacional.
Según el reporte oficial, la droga fue encontrada dentro de un laboratorio clandestino construido en medio de la densa vegetación del sur del país, diseñado específicamente para el procesamiento de clorhidrato de cocaína. Además del cargamento principal, las autoridades encontraron 45 galones de cocaína en solución y 150 kilogramos de insumos sólidos utilizados en la fabricación del estupefaciente.
#ContundenciaOperacional | Tropas de @Ejercito_Davaa realizaron la incautación de una tonelada de cocaína con marquillas «Piel Roja» y «Rolex»; perteneciente al grupo armado organizado residual 48 Comandos de Frontera en zona rural del municipio de Potosí, #Nariño.
— Ejército Nacional de Colombia (@COL_EJERCITO) August 17, 2025
El alcaloide… pic.twitter.com/dotQNNpfQA
Las investigaciones permitieron determinar que el cargamento incautado pertenecía al grupo armado residual 48 Comandos de Frontera, una estructura que obtiene la mayor parte de sus ingresos del narcotráfico. De acuerdo con labores de inteligencia, la cocaína tenía como ruta de salida el océano Pacífico colombiano, con destino final en países de Centroamérica y el Caribe, donde su valor comercial se incrementa considerablemente.
Según las Fuerzas Militares, este golpe representa un duro revés para la estructura financiera de los Comandos de Frontera, ya que la pérdida de esta tonelada de droga supone un impacto millonario para sus operaciones ilegales.
El Ejército Nacional destacó que esta operación no solo representa un golpe a las economías ilegales, sino que también aporta a la protección del medio ambiente en la región, donde los ecosistemas se ven seriamente dañados por el uso desmedido de sustancias químicas en la producción de estupefacientes. El laboratorio clandestino fue desmantelado y destruido de forma controlada por las tropas, siguiendo estrictos protocolos de seguridad para evitar impactos ambientales adicionales.
Tanto el Ejército como la Policía reafirmaron su compromiso de mantener y reforzar las operaciones militares y policiales en todo el país, con el objetivo de enfrentar a los grupos residuales que no solo se financian a través del narcotráfico, sino que también son responsables de actos de violencia que amenazan la seguridad de las comunidades y el control territorial.
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