Esta regulación se da justo cuando ocurre un derrame de hidrocarburos debido a la ruptura de un oleoducto en el cantón Quinindé.

Por primera vez en su historia, Colombia ha regulado el uso de dispersantes para enfrentar derrames o descargas accidentales de hidrocarburos en el mar, mediante un documento aprobado por el Comité Nacional para el Manejo de Desastres. Esta técnica avanzada ha sido autorizada por la UNGRD, el Ministerio de Ambiente, la Dirección General Marítima y la ANLA.
El documento fue presentado con el fin de informar y preparar a las empresas e instituciones de la industria petrolera colombiana para que puedan aplicar medidas durante situaciones de emergencia y asegurar una respuesta inmediata.
Se han establecido tres zonas para la aplicación de dispersantes: la zona verde, destinada al uso autorizado de estos productos químicos; la zona amarilla, en la que el uso está condicionado a una aprobación caso por caso; y la zona roja, de exclusión, que tiene como objetivo proteger el medio ambiente, los ecosistemas y la vida humana.
“Al presentar el plan a las empresas petroleras, concluí que enfrentamos desafíos en cuanto a comando y control, particularmente en la toma de decisiones, la evaluación de crisis y la rapidez de respuesta. Realizaremos ejercicios y mesas técnicas con el sector para mejorar el plan y coordinar la respuesta ante emergencias”, señaló Ricardo Hurtado, subdirector de Manejo de Desastres de la UNGRD.
Esta regulación se implementa al mismo tiempo que ocurre un derrame de hidrocarburos debido a la ruptura de un oleoducto en el cantón Quinindé, en la provincia de Esmeraldas, Ecuador, lo que está generando contaminación por petróleo en el país vecino.
La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) está realizando un seguimiento de la situación a través de la Dirección General Marítima (DIMAR). Mediante el reconocimiento visual realizado con drones del Centro de Investigaciones Oceanográficas e Hidrográficas del Pacífico (CCCP), hasta el momento no se ha detectado contaminación en las aguas del territorio colombiano.
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