El Congreso aplaude al presidente de EE. UU. por liderar el plan para Gaza.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presentó este lunes su plan para Gaza ante el Parlamento israelí, donde fue recibido con una ovación que superó incluso la dedicada al primer ministro Benjamín Netanyahu. Lejos de describir su propuesta como un proyecto incipiente, Trump la presentó como un logro ya consolidado, asegurando que marca el inicio de una “era dorada” en Oriente Próximo. En un discurso cargado de entusiasmo y grandilocuencia, el mandatario calificó el plan —que permitió esta misma mañana la liberación de los últimos 20 rehenes israelíes vivos en Gaza— como “un triunfo increíble para Israel y para el mundo”, y lo definió como “un momento brillante que será recordado como el punto de inflexión hacia un futuro mejor”.
El presidente insinuó que los dos años de devastadora ofensiva —con más de 67.000 muertos, una Gaza reducida a escombros y una crisis humanitaria marcada por la hambruna infantil— habían deteriorado tanto la imagen del líder israelí que la única salida posible era ponerle fin. “Le dije: ‘Bibi [Netanyahu], esto será lo que realmente te definirá, mucho más que si hubieras continuado con la matanza’”, relató Trump, antes de felicitar al primer ministro por tener, según él, “el valor de decir: ‘Se acabó, hemos ganado, ahora es momento de vivir nuestras vidas’”. Añadió, no sin ironía, que Netanyahu “no es precisamente una persona fácil”, antes de pasar a elogiar su decisión.
El presidente, acogido con una prolongada ovación por los miembros de la Cámara, destacó que los bombardeos israelíes, sumados al asedio de la capital —con tropas avanzando y arrasando barrios enteros— estaban alcanzando un nivel de violencia “demasiado agresivo y devastador”, justo en un momento en que la posibilidad de alcanzar la paz parecía lejana para muchos.
Posteriormente, subrayó el respaldo significativo que ha recibido su propuesta, la cual se ha convertido en el eje al que se ha aferrado la comunidad internacional para frenar la masacre. Destacó también la coordinación entre los distintos mediadores, que, según sus palabras, han trabajado de forma conjunta para lograr un resultado positivo. “No es común que tantas naciones colaboren por la paz”, afirmó, y añadió que ese esfuerzo conjunto ha dado paso al inicio de “la era dorada de Israel y de Oriente Próximo”.
Un primer paso
El discurso del presidente de Estados Unidos tuvo lugar justo después del regreso a Israel de los 20 rehenes que aún permanecían en manos de la milicia palestina Hamás, tras ser secuestrados hace dos años. Su liberación marca el inicio de la implementación del plan de paz impulsado por Trump, que ahora entra en una segunda etapa, considerablemente más compleja: la reconstrucción de una Gaza arrasada por la ofensiva israelí, la posible retirada de Israel de la Franja y el papel que desempeñarán los palestinos en el futuro gobierno del enclave. Esta nueva fase está cargada de incertidumbres que el mandatario estadounidense evitó abordar en su intervención.
Después de la prolongada ovación a Trump, fue el turno de Benjamín Netanyahu, quien agradeció al mandatario estadounidense su papel “decisivo en el regreso de los rehenes”. El primer ministro no escatimó elogios y afirmó: “Donald Trump ha sido el mejor amigo que Israel ha tenido nunca en la Casa Blanca”.
“Hoy le damos la bienvenida para agradecerle su liderazgo y por presentar una propuesta que ha logrado un respaldo casi unánime a nivel internacional, y que ha hecho posible el regreso de todos nuestros rehenes”, declaró Netanyahu. “Es una propuesta que pone fin a la guerra alcanzando todos nuestros objetivos. Que abre la puerta a una expansión histórica de la paz, no solo en nuestra región, sino también más allá de ella. Usted está comprometido con esta paz. Yo también lo estoy. Y juntos, la haremos realidad”.
Antes del discurso, los mandatarios de Estados Unidos e Israel mantuvieron un breve encuentro en Jerusalén con familiares de los rehenes que, hasta este mismo lunes, permanecían en manos de Hamás. Según imágenes difundidas por medios locales, en la reunión también participaron el enviado especial de Trump para Oriente Próximo, Steve Witkoff; Jared Kushner, su yerno y miembro del equipo mediador estadounidense; e Ivanka Trump, hija mayor del expresidente y esposa de Kushner.