Más de 25 personas perdieron la vida debido a los tornados que arrasaron los estados de Misuri, Kentucky y Virginia, en la región centro-sur de Estados Unidos. Los equipos de emergencia ya trabajan en la zona y han comenzado a estabilizar la situación.

Las autoridades informaron este sábado que más de 25 personas fallecieron como consecuencia de los tornados que devastaron los estados de Misuri, Kentucky y Virginia, en la región centro-sur de Estados Unidos. Se reportan daños de gran magnitud y se teme que la cifra de víctimas continúe en aumento.
El gobernador de Kentucky, Andy Beshear, confirmó a través de su cuenta en la red social X que al menos 18 personas perdieron la vida en las tormentas registradas la noche del viernes, 12 de ellas en el condado de Laurel.
En Misuri, las autoridades contabilizaron siete fallecidos, mientras que en Virginia medios locales informaron la muerte de dos personas a causa de la caída de árboles.

En la localidad de London, Kentucky, Jamie Burns estaba a punto de irse a dormir poco antes de la medianoche del viernes cuando recibió un mensaje de texto que advertía sobre la inminente llegada de un tornado. “Todo estaba tan iluminado como si fuera de día”, relató por teléfono a la AFP.
Sin perder tiempo, decidió trasladarse junto a su esposo y su hijo a la casa de su hermana, ubicada a unos pocos cientos de metros. “Ella vive en una casa de ladrillo con sótano”, explicó, señalando que buscaban un lugar más seguro para resguardarse.
“Estaba repleta de personas. Muchos de nosotros vivimos en casas prefabricadas, que no ofrecen seguridad frente a tornados, por eso varias familias se refugiaron allí”, relató. Tras el paso de dos tornados, la familia Burns finalmente regresó a su vivienda.

Su casa rodante, “gracias a Dios”, seguía intacta. Sin embargo, al amanecer del sábado, Jamie Burns y su familia se encontraron con una escena desoladora: “Edificios que llevaban más de 30 años en pie habían sido destruidos”, contó con la voz entrecortada.
Imágenes aéreas captadas por drones y difundidas por medios locales revelaron la magnitud de la destrucción en London: viviendas reducidas a escombros y árboles completamente despojados de sus ramas. El este de Kentucky, una región históricamente vinculada a la minería del carbón, se encuentra entre las zonas más empobrecidas de Estados Unidos.
San Luis, “en luto”. De las siete muertes confirmadas en el estado vecino de Misuri, cinco ocurrieron en la densamente poblada ciudad de San Luis.
“Las labores de búsqueda siguen en marcha este sábado por la mañana”, informó Mike O’Connell, director de comunicaciones de los servicios de seguridad pública de Misuri, quien también alertó sobre la posibilidad de condiciones climáticas extremas nuevamente el domingo por la noche.

La alcaldesa de San Luis, Cara Spencer, describió la situación como una “devastación realmente terrible” en esta ciudad de casi 280.000 habitantes. Informó que más de 5.000 edificaciones resultaron afectadas por el temporal, al que calificó como “uno de los peores en la historia” de San Luis, durante una conferencia de prensa ofrecida este sábado.
En la misma comparecencia, el gobernador de Misuri, Mike Kehoe, indicó que su equipo se ha mantenido en comunicación con la Casa Blanca para mantenerla al tanto del desarrollo de la emergencia.
Crisis energética. Según el portal especializado poweroutage.us, más de 155.000 hogares y negocios en Kentucky y Misuri seguían sin suministro eléctrico hacia las 16:30 GMT.
En lo que va de 2024, los tornados han provocado la muerte de 54 personas en Estados Unidos, de acuerdo con datos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).

A solicitud del gobierno de Donald Trump, la NOAA se vio obligada a despedir recientemente a aproximadamente el 20% de su personal. Además, la Casa Blanca está buscando implementar recortes significativos en el presupuesto operativo de la agencia, que es responsable de supervisar los servicios meteorológicos nacionales.
La reducción de personal ha llevado a algunas oficinas locales a interrumpir su monitoreo meteorológico continuo, según informó el miércoles el Washington Post.
Rick Spinrad, exdirector de la NOAA, expresó su preocupación a mediados de marzo durante una entrevista con la AFP, señalando el impacto negativo de los despidos en la precisión de los pronósticos meteorológicos.
“Estamos entrando en la temporada de tornados en el centro y sureste de Estados Unidos. A medida que disminuye el número de técnicos, el mantenimiento y la operación de satélites y radares, que son clave para predecir estos eventos, se vuelve cada vez más complicado“, explicó.