Este año, el agujero en la capa de ozono apareció en el hemisferio sur más temprano que en 2024. Según mediciones realizadas antes de septiembre, la zona afectada ya abarcaba una superficie de 15 millones de kilómetros cuadrados.

El agujero de ozono sobre la Antártida alcanzó una extensión de 21,08 millones de kilómetros cuadrados durante la primera mitad de septiembre, según informó este lunes el Servicio de Vigilancia de la Atmósfera de Copernicus (CAMS), justo en la antesala del Día Internacional para la Preservación de la Capa de Ozono.
De acuerdo con el programa Copernicus de la Unión Europea, esta extensión supera el promedio habitual para esta época del año, aunque aún se mantiene por debajo del máximo histórico registrado en el mismo periodo.
Además, en comparación con 2024, el agujero apareció este año más temprano en el hemisferio sur. Las mediciones realizadas antes de septiembre ya indicaban una superficie afectada de aproximadamente 15 millones de kilómetros cuadrados.
El fenómeno, que suele formarse sobre el océano Antártico entre agosto y diciembre, presentó este año un comportamiento distinto al de 2023, alineándose más con lo observado en 2024 y con el promedio registrado entre 1979 y 2022, según explicó el programa Copernicus en su más reciente informe sobre la evolución del agujero de ozono en la región.
Laurence Rouil, directora del CAMS, señaló que “el agujero de ozono en 2025 ha mostrado un comportamiento altamente variable, lo que destaca la necesidad de contar con análisis y pronósticos precisos y constantes”.
Según el programa europeo de observación terrestre, tanto la duración como el tamaño del agujero de ozono están determinados por factores químicos y dinámicas atmosféricas, lo que explica las variaciones en su magnitud año tras año.